Justo la noche del 24 me desplacé al pie del árbol de Navidad que queda al ladito de la chimenea. Con cuidado paternal dejé las cajas de regalos que mis hijos le habían pedido a Santa. Como todos sabíamos que Santa Claus no existía,o eso creía, el rito anual era emocionante. En el frío de la noche bajaba las escaleras de caracol de la casa y arreglaba las cajas de tal manera que lo primero que vieran mis retoños en la mañana, al despertar, fuera eso: sus juguetes que habían pedido y que esperaban con tanta ilusión.
Al estarme retirando para volver a dormir escuché un ruido violento en el techo de la casa que cesó rápidamente. Unos segundos después oí un deslizamiento de mucho polvo por la mismísima chimenea. Con gran miedo me refugié detrás del árbol y sus foquitos de colores. ¡Zas! ¡Que cae de sentón el mismísimo Papá Noel! Sin hacer tanto barullo, que fue algo que me sorprendió, se levantó, se sacudió el polvo, se acomodó los anteojos sobre su nariz y tenía esa piel rojiza con que lo caracterizan los cuentos, novelas y descripciones históricas. Las barbas blancas, su uniforme y sus botas eran tal cual.
Se me quedó viendo y con suavidad me extendió una barra de chocolate con el idioma inglés en su envoltura.
-- Con permisito, me dijo, con un poco de acento y sacó de su costal regalos infinitamente más bonitos y caros que los que yo les había conseguido a mis vástagos. Todo estaba en inglés.
Con un leve saludo tomándose la gorrita roja con blanco con el índice y pulgar de la mano derecha, gateó hasta la entrada de la chimenea y se introdujo a la misma nuevamente, saliendo de mi casa por ahí.
Me asomé por la ventana y ahí iba jalando las cuerdas del trineo con alegría única. Sus ocho renos corrían sobre el aire. Todo era de una estética y de una paz sin igual. Los regalos nacionales que ya había puesto en el árbol los tuve que quitar y regalarlos a un orfanatorio al día siguiente.
Me dio tristeza saber que Santa había conseguido cosas mejores que las que yo pude comprar. Pero más coraje me dio saber que Santa prefiere comprar todos sus regalos en Estados Unidos.
laj
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