lunes, 28 de diciembre de 2009

Ganoso

La señora de la tienda anda de enamorada con mi abuelito. Se dan besos  en las noches atrás de la escuela primaria. Aprovechan que está bien solo por ahí y pícaramente hacen de las suyas. Mi abue sale de la casa a las nueve todas las noches diciendo que va por unos cigarros. Regresa diariamente como a las diez y media lleno de una tranquilidad fabulosa. ¡Ah, qué mi abue! Un tren de vida como el suyo le puede hacer daño a su corazón.

Siempre agarra su andadera  con la velocidad que aún le permiten sus 94 años y va a sus encuentros furtivos con su amada de 22, con seis hijos a cuestas. Lo bueno que mi viejito ya le puso las cosas claras a su novia. No quiere echarse compromisos que no pueda cumplir. En caso de llegar a formalizar la relación, él no cuidaría niños ni se iría a la tienda a atenderla. ¡Es un calavera!



laj

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