domingo, 8 de agosto de 2010

Asesor Presidencial

Loquito le dicen sus compañeros de trabajo. Su frágil figura aniñada lo hacen verse quince años más joven de lo que realmente es. Nunca se peina. No es necesario. Su pelo echado para adelante no le crece y nunca se le cae, permanece fijo en su cabeza de forma de gota de agua. Todos los días llega al Palacio Municipal a trabajar en su puesto de auxiliar de la dirección. Con su voz chillona y de gran volumen, Miguelito atiende los requerimientos de su grupo de trabajo. Si es necesario va hasta por las tortas. Es un ser noble dentro de toda su locura. 
Sus colegas de labor lo conocen desde que siendo un adolescente entró a trabajar al Municipio. Ha visto pasar a siete presidentes municipales y uno de ellos llegó a ser secretario de Hacienda hace dos sexenios.


Sucede como en muchos casos que Miguelito es un arma secreta para el partido en el que radica desde hace mucho tiempo. Nunca acabó la primaria como todos los munícipes del pueblo, pero se dedicó de lleno a hacer crucigramas, a ver programas de concursos y a oir el radio cada que podía. El no tiene nada en la cabeza anormal, sólo sabe más que cualquier persona del poblado. La estrategia desde entonces ha sido cuidarlo y abanderarlo de tal manera que siga asesorando a todos los insignes presidentes municipales del lugar para que saliendo de aquí, gracias a este Miguelto, se sigan animando por pelear un lugar para presidentes de la República. Un diamante pulido, este asesor encubierto.
.


laj

Fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario